Quienes vencen al enemigo de adentro no tienen nada que temer del enemigo de afuera

Ejiogbe Ese Ifa 9

CÓMO EJIOGBE SOBREVIVIÓ LA IRA DE LOS ANCIANOS.



La benevolencia del joven Ejiogbe lo hizo tan popular que su casa estaba siempre llena de visitantes de día y de noche. Él curó a los enfermos, hizo sacrificios para los que eran mendigos de manera que se convirtieran en ricos; ayudó a las mujeres infecundas a tener hijos y ayudó a parir a todas las embarazadas que solicitaron su ayuda. Estas actividades le ganaron la admiración de los beneficiarios y le adjudicaron la honestidad de los Awós de más edad quienes no podían compararse en altruismo y benevolencia. Muy pronto él se inquietó y una noche tuvo un sueño en el que su Ángel Guardián le decía que algunos de los mayores estaban conspirando en su contra. Cuando se despertó a la mañana siguiente, estaba tan confuso que decidió ir por adivinación. 
Él fue por adivinación a los sacerdotes de Ifá siguientes:

Ajogodolo efo ni mo kpo ifa mi
Osigi sigi lo okpo
Usee mi cojagba igbo
Abu kole ken lo obe ide

Ellos le aconsejaron que hiciera sacrificio a su Ifá con una cesta de caracoles. Como él ni siquiera tenía dinero para comprar caracoles, todos aquellos a quien previamente había ayudado le trajeron todo lo que necesitaba. Los caracoles fueron partidos y el líquido de su interior fue recolectado. Los Awos recogieron hojas de ero, las machacaron con el líquido de los caracoles para que Ejiogbe se bañara con el preparado. Después del sacrificio el comenzó a vivir una vida pacífica. Es por esto que cuando Ejiogbe aparece durante la adivinación, a la persona se le aconseja que ofrezca caracoles a su Ifá. Cuando sale en Igbodu, el chivo para la ceremonia no se deberá ofrecer hasta 5 días más tarde. Lo que se debe ofrecer en ese día de Igbodu es caracoles, rata seca y pescado seco. Cuando Ejiogbe recuperó la paz de espíritu después de la ceremonia él se regocijo cantando:
Uroko Iro, Erero Lu Oruko Erero.

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