ADIVINÓ PARA MEERIYE
Ikpe Ikpe Lenu Eja – Ogbe Konron Male – Una
Ewoboba Joni Kojoni – Bioba Ni Jon Kodabo Yeri Bibu
Estos fueron los Awos que
adivinaron para Meeriye cuando iba a hacer una nueva hacienda a principio de
año. Le dijeron que debía hacer su hacienda lejos de su tierra natal y que tan
pronto llegara al lugar debía hacer otra adivinación para saber qué hacer para
realizar una buena cosecha, le dijeron que le diera un macho cabrío a Eşu.
Él viajó hasta el pueblo de
Okpoti, al llegar fue a donde el rey y le pidió permiso para quedarse y hacer
una hacienda, él obtuvo el permiso y se le encargó que construyera en un tramo
prohibido del bosque llamado Ugbo Umale. El bosque estaba habitado por animales
peligrosos que comían a los hombres y a los reptiles.
Al llegar al bosque el
frotó con una porción de éste y sacó su Ikin para adivinar en el piso raso. Ifá
le aconsejó que comprara una tortuga y que hiciera abundante ñame machacado
(obobo a Ewo) y que le rociara con el Iyerosun de este Odu en el bosque antes
de pintar la hacienda (pasarle el cepillo a la hacienda). Él hizo el sacrificio
y empezó la construcción, en la época de la cosecha todas sus recolecciones de
maíz (plantas y granos), ñame, llantén, plátano, melón, produjeron de tal
manera que asombraron a todos. Al final de año metió en un establo varios
tubérculos de ñame y granos, envió al rey parte de su cosecha y un antílope
entero. Su éxito como tendedor de trampas hizo que la gente hablara y deseara
dejar vacía esa parte del bosque. Al año siguiente se le condujo a un valle
pantanoso donde le dijeron que hiciera su granja. Él no sabía que ese tramo del
bosque estaba inundado en tiempo de lluvias y siempre estaba hundido, por lo
que la gente del pueblo hacían sus casas en lugares secos.
Antes de empezar a dar
cepillo a la tierra para construir la casa decidió adivinar e Ifá habló con
Ogbe Okonron. Se le aconsejó que diera un macho cabrío a Eşu de nuevo, lo cual
hizo con rapidez. Posteriormente cepillo la tierra, taló los árboles y en
cuanto secó el follaje quemó la hacienda. Plantó camellones de ñame y otras
mieses tradicionales como maíz, melón, pimienta, plátanos y vegetales. Luego de
la estación de siembra vino la época de las lluvias.
Sin embargo, después de
disfrutar de su sacrificio Eşu se aseguró que estaba regulando la pila de agua
en el cielo para soltar sólo pequeñas gotas de agua. Todos los indígenas del
pueblo que tenían sus granjas en terrenos secos no tenían suficiente agua para
cosechar sus plantas. Eşu cerró la llave y no hubo agua el resto de la
temporada. Las cosechas de Meeriye prosperaron con la poca lluvia y el
beneficio de sembrar en pantanos. Por otra parte las cosechas de los indígenas
se perdieran y esto causó una hambruna general en todo el pueblo. los demás
pueblos debieron comprarle a Meeriye alimentos por todo el año. En la próxima
temporada de cosecha los indígenas decidieron sembrar en pantanos y deltas de
ríos, pero al preguntar Meeriye por el lugar que debía sembrar le dieron un
trozo de tierra firme. Antes de sembrar y talar decidió adivinar nuevamente y
le salió darle otro chivo a Eşu, después del sacrificio taló, sembró y cosechó.
Cuando vinieron los tiempos de lluvia, Eşu que siempre está de parte de los que
sacrifican, abrió la pila de agua del cielo y comenzó a llover cada 5 días
torrencialmente, la cosecha de Meeriye fue muy buena, pero las que estaban en
los pantanos, valles o deltas de ríos se perdieron.
Al final del año todos
pasaban hambre y los que pudieron, le tuvieron que comprar a Meeriye de su
cosecha fructífera. Esto le ganó enemigos y lo tildaron de brujo. Algunos
decidieron conspirar para ponerlo en el sendero de la muerte.
Al venir la próxima etapa
de siembra Meeriye preguntó dónde debía hacer su granja de labranza. Le dieron
un tramo de bosque que estaba prohibido pisar porque pertenecía a Ogún. Es por
eso que se dice que el extranjero no sabe cual es el tramo del bosque prohibido
si no se le da a conocer. Como nadie lo alertó Meeriye se fue a hacer su granja
en aquel sitio.
Ogún se había marchado a la
guerra hacía 3 años. Antes de comenzar a cosechar Meeriye se miró otra vez y se
le dijo que debía sacrificarle otro macho cabrío a Eşu, pero antes de sembrar
debía sacrificarle a Ogún en la granja una tortuga y un gallo. Debía sacrificar
además en el rancho para Ogún: gallo, tortuga, perro, caracol, ñame tostado,
una botella de vino y otra de aceite de palma. Meeriye sacrificó el chivo para
Eşu y después de preparar para sembrar sacrificó en la casa para Ogún. Para el
sacrificio en la granja preparó una ceremonia a la que invitó a los ancianos
del pueblo.
Cuando él estaba talando
los árboles hubo uno que no pudo cortar a pesar de todos los intentos, decidió
entonces hacer la casa al pie de ese árbol, sin saber que ahí era donde Ogún
limpiaba para hacer su festival anual siempre que estaba en casa.
Sin embargo en la
adivinación se le dijo que no matara los animales hasta que no llegaran los
invitados. Meeriye trató de invitarlos, pero todos le daban excusas porque
sabían que estaba prohibida la entrada a Ugbo Olore.
Mientras tanto él mantenía
a los animales y día a día los alimentaba. Cansado de enviar invitaciones
decidió consultar a Ifá. Se le dijo que criara animales en la choza, que le
pusiera al perro Okpe Ogún. Debía tostar muchos ñames (boniatos) y prepararlos
para comer todos los días en la granja, dejándolos en la choza por la noche. Él
debía guardar una botella de vino de palma fresco en la choza cada mañana y
dejarlo sin consumir hasta el otro día. También se le aconsejó que le cambiara
el nombre y le pusiera apodos a sus hijos y sirvientes relacionados con Ogún
como: Ogúnhjimi, Ogunbeja, Ogunfemi, Oguntoye, Ogundarijimi, Ogunbamila,
Ogunşorire, Oguniyi, Ogundamilehin, Etc.
Conforme a esto, él cambió
los nombres de los miembros de su casa para que tuvieran prefijos Ogún y con
sufijos que hicieran alusión a Ogún, elogiando a Ogún. Siguió haciendo las
tareas normales de la granja. Hasta este momento él no tenía indicio para
conocer por qué Ifá le dijo que nombrara a su casa según Ogún, ni tampoco las
relaciones de Ogún con su granja. Ya era hora de recolectar ñame. Meeriye y
toda su casa hicieron escala temporal en la casa de la granja con el propósito
de arrancar y guardar en el granero la cosecha de ñame.
Así estaban las cosas
cuando Ogún y su ejército estaban regresando. Cuando llegó al bosque, descubrió
que había sido limpiado y que una hacienda prosperaba allí. Deliró con rabia y
se preguntaba quien era el atrevido que labraba en su propiedad. Directamente y
como si Ogún regresara a la batalla arremetió contra la granja. Cuando Meriyee
vio a la gente agrupándose frenta a su casa, se sintió aliviado porque pensó
que por fin aceptarían su invitación de servir a Ogún. Rápidamente reunió a
todos los animales y materiales con los que tenía que servir a Ogún,
colocándoles al pie de un árbol sin derribar que era el lugar donde Ogún
realizaba su festival anual.
Mientras que el grupo se
acercaba a la casa, Meeriye empezó a llamar a los miembros de su casa, a su
hijo mayor Ogunyi para que traera al perro; Okpe Ogun, a segundo hijo Oguntoye
para que trajera al gallo, a la hija mayor Ogunşorire para que trajera agua y a
la menor Ogundarijim, para que buscara la botella de vino. El proceso de
llamado por nombres continuó con aquella orden de sucesión hasta que se hubo
reunido a todos los miembros de la casa. En ese momento fue que Ogún llegó al
santuario. Él se postró para dar bienvenida a los visitantes que él consideraba
los ancianos del pueblo.
Ogún que había atacado
empezó a preguntarse quien era aquel extraño que mostraba tales respetos hacia
él nombrando a todos los suyos con su nombre sin conocerlo. Él comenzó a bajar
el tono. Aún postrado Meeriye le dijo: mi señor y amo, te doy gracias en nombre
de Dios por venir a honrar mi invitación porque he estado aguardándote durante
meses, tú me autorizastes a cultivar en esta tierra, día a día me he preparado
para recibirte, para que ayudes a servir a Ogún, la deidad más poderosa del
mundo. En ese momento se levantó y empezó a usar los materiales de sacrificio para
rezar en el improvisado santuario de Ogún, pidiendo que lo protegiera a todos y
que les ayudara a disfrutar del año que prometía cosecha exitosa.
Cuando oraba, miró hacia
arriba y vio al líder de la delegación en plena disposición de combate y se dio
cuenta que él nunca había visto a este hombre en el pueblo. Ogún permaneció
inmóvil. Meeriye y su familia empezaron a temblar. Sin decir nada Ogún cogió el
gallo, le cortó la cabeza con la mano y puso la garganta en su boca para beber
su sangre, después les tiró el cuerpo a sus hombres para que lo comieran. Cogió
la tortuga y realizó la misma operación, capturó al perro, bebió su sangre y
arrojó el cuerpo a su ejército. Meeriye temblaba. Ogún cogió el ñame tostado lo
despedazó y se comió la parte del medio, lanzando el resto a sus seguidores.
Rompió la corteza del
caracol, bebió su líquido y lanzó la carne a los hombres que estaban
hambrientos del largo viaje. Después de beber toda aquella sangre, los ojos y
el cuerpo de Ogún se sonrojaron y se fue tranquilizando, bebió vino, le dijo a
Meeriye si lo conocía. Meeriye le contestó que no. Él le preguntó quien le
había dirigido y autorizado a cultivar aquella tierra donde servía a su ángel
de la guarda porque el dueño de aquel bosque era Ogún.
Meeriye le explicó que él
era extranjero y el rey y los ancianos le habían pedido que cultivara en aquel
sitio. Ogún exclamó que era cierto que un extraño no conocía un bosque divino
si no se le decía dónde estaba. En ese momento Ogún dijo que no temiera más y
que siguiera su labranza con seriedad. Ogún ofreció su mano a Meeriye en señal
de compañerismo.
Ogún ordenó a sus soldados
la marcha hacia el pueblo. al llegar acusó a la gente de mostrar ingratitud
para con él, ya que entregaron a un forastero inocente sus tierra mientras él
combatía en tierras lejanas. Al entrar masacró a 200 personas a la izquierda y
200 a la derecha. Cuando se disponía a atacar a una de sus cuatro esposas
Eleghalogho, ella se arrodilló para recordarle que ella no había estado en casa
todo el tiempo porque ella lo había acompañado a la guerra, él le perdonó la
vida y ella cantó:
Oku Ooun Nkon Şoşoşo
Que es lo que los
sacerdotes de Ogún cantan hoy en nuestros días.
Esta es la razón por la que
un nuevo sacerdote de Ogún comienza su ceremonia de iniciación sirviendo a Ogún
en el bosque con los materiales y animales mencionados.
Ogún había mandado a
Meeriye que lo acompañara al pueblo y fue testigo de la matanza. Después se
trasladó al palacio, indagó por qué el rey le permitió a sus jefes entregar sus
propiedades. El rey dijo que ese forastero había superado a todo el pueblo en
la agricultura durante los 3 años anteriores, por eso fue tentando para que
labrara esa tierra, así cuando regresaras pusieras fin a su vida.
Ogún decapitó al rey, a los
jefes importantes y coronó a Meeriye como rey de Okpoti con el nombre de Ajoji
Godogbo Oba Oun Nile Gbile Doo, que significa: el forastero que vino al pueblo,
disfrutó las propiedades de la tierra con los hijos de la región, la ganó y
también la corona de ellos.
Actualmente la tierra de
Okpoti existe en el estado de Ondo de Nigeria y sólo los extranjeros sobreviven
como reyes del pueblo.
Cuando este Odu sale en
adivinación se le aconseja a la persona que deje su casa actual para instalarse
en otro pueblo, porque es allí donde está su prosperidad. Cuando se manifiesta
en Igbodu, se aconseja que se inicie como sacerdote de Ogún junto con Ifá.
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