Quienes vencen al enemigo de adentro no tienen nada que temer del enemigo de afuera

Ose Eguntan Ese Ifa 2


ORIŞAOKO Y LA MADRE NATURALEZA.

En cierta ocasión Orişaoko tenía bajo su mando una gran cantidad de hombres, tratando de que la tierra produjera, pero ésta no producía nada, entonces Orişaoko cansado de ver que la tierra no producía, se recostó en una piedra y se puso a pensar en la forma de resolver el problema y en los momentos en que estaba meditando se le presentó un pequeño gusano y le dijo: ¿en qué piensas? y Orişaoko respondió, tratando de resolver esta situación, y el gusano le volvió a preguntar, cuál es la situación? Y Orişaoko le respondió: la tierra que no produce.
Entonces el gusano le respondió, yo te voy a ayudar, a lo que Orişaoko le preguntó, ¿tú me vas a ayudar?, pero con qué tú cuentas, quién eres y el gusano respondió, yo soy la madre tierra, la madre naturaleza y Orişaoko le respondió diciéndole, demuéstramelo haciendo que la tierra produzca, entonces el gusano dijo: eso no es una petición, puesto que yo vengo a ayudarte, pero esa no es la forma de pedir las cosas.
Entonces Orişaoko cambió su forma diciendo, bueno yo quiero que tú me ayudes; a lo que el gusano respondió contento, ahora si es una petición y agregó: yo te voy a ayudar y te voy a conceder tres cosas, pide la primera y entonces Orişaoko le dijo: yo quiero que tú me mandes agua; y en el momento comenzó una lluvia torrencial, pero la tierra no producía nada entonces Orişaoko dijo, mira no produce porque las plantas se pudren por el frío, gusano maravilloso concédeme el calor para que las plantas produzcan.
Al momento hizo un calor que abrazaba y quemaba a las plantas, y la tierra seguía sin producir entonces Orişaoko dijo: bueno madre naturaleza usted me ha dado agua y calor, pero la tierra no produce nada y todo se muere concédame la tercera petición mándame aire, para refrescar un poco la tierra; al momento grandes corrientes de aire, como grandes mangas de viento invadieron la tierra y reinó una cálida temperatura, las plantas empezaron a crecer sin dificultad y enseguida se hizo evidente el resplandor de la naturaleza, y toda la especie animal animó el ambiente, rompiendo así la barrera del silencio y la vida tomó cuerpo en todas sus formas. El pequeño gusano le dijo a Orişaoko, estos son un cojunto de elementos, agua, tierra, fuego y aire, pues todos ellos están unidos en mi, y se alejó.

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