OGUN EL OMO DE BABA.
Obatalá tenía un hijo, el cual era Ogún y tenía de todo, casa, prendas, palos, etc., pero para ser feliz le faltaba algo que no podía obtener, que era el maja. Cuando el iba al monte con su machete para buscar al maja, lo veía y con el machete cortaba la manigua, pero el maja se le iba y ya cansado fue a ver a Orunmila y éste le hizo osode y le vio este Ifá y le dijo: Ud. desea tener algo que se le hizo imposible y lo que Ud. busca en el monte lo tiene en su casa y allí es donde lo va a encontrar, pero antes tiene que hacer ebo.
Como Ogún, no creía muchos en los santos, no hizo el ebo y volvió otra vez para el monte con su machete a buscar el maja y le volvió a suceder lo mismo, pues lo veía pero no podía cogerlo, aunque él manejaba muy bien el machete y cortaba la manigua, pero el maja se le iba, cansado y desesperado volvió a casa de Orunmila a hacer el ebo.
Cuando Orunmila terminó de hacerle el ebo le dijo: no vayas al monte a buscar el maja, siéntate tranquilo en tu casa que allí lo cogerás. Sucedió que Ogún tenía un taburete y estando sentado en el mismo, del techo de la casa le cayó el maja, lo agarró y fue feliz.
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