LA PERLA NEGRA.

Un buen día encontró la perla negra, poniéndose muy contento, llegando a ser muy feliz con su perla negra. Así las cosas, un buen día en un descuido, el pescador perdió su perla negra, por no haberla cuidado con el mejor esmero, quedándose otra vez muy triste, aburrido y abatido.
Y se pasó el resto de su vida tratando de volver a encontrar la perla negra, cosa que no pudo volver a lograr.
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