SOLO OYÁ RESOLVIÓ.
En este camino fue donde le hicieron una guerra muy grande a Olofin donde esté llamó al jurado y le contó todo lo que pasaba y de esta reunión salió la idea de mandar a Ogún para que terminara la misma. Ogún llegó y los jefes de la guerra que eran muy inteligentes enseguida le brindaron akuko y opolopo oti y Ogún se quedó dormido y la guerra seguía. En vista de que la guerra no acababa, determinó el jurado mandar a Oşosi y cuando éste llegó, los jefes le brindaron eku, eya, epo, lo pusieron al sol y la guerra continuó. Entonces mandaron a Elegba y enseguida le dieron un akuko y la guerra continuó. Mandaron a buscar a Yemonjá y tan pronto como ésta se presentó, los jefes le dieron un ekuekueye y Yemonjá se puso a comer y la guerra continuó y mandaron a Oşún y le ofrecieron un oşinşin y ésta lo aceptó, mandaron a Şangó y los jefes le dieron abo y tampoco resolvió y en vista de que ninguno resolvía mandaron a buscar a Oyá y cuando ella llegó enseguida le ofrendaron adie, pero ésta no aceptó y les dijo que eso se le guardara para cuando ella cumpliera el mandato de Olofin y acto seguido comenzó a matar a todos los jefes y soldados y cuando terminó su faena fue directamente para donde Olofin la esperaba y Éste le dijo: desde hoy serás la dueña de los cementerios por haber cumplido mi encomienda. To Iban Eşu.
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