Quienes vencen al enemigo de adentro no tienen nada que temer del enemigo de afuera

Irete Sa Ese Ifa 2


LA RANA.

Vuela con cuidado murciélago de la casa no sea que te cojan tus ropas, en el árbol fue el que lanzó Ifá para la rana cuando iba a ser nombrado Onişinko, pasado mañana. Ellos le dijeron que sacrificara 4 palomas, 8 conchas y un paño rojo con listas claras, no fuera que el exceso de alegría lo matara. Rana se negó a hacer el sacrificio, rana era el hijo del rey Oyo. No mucho después su padre murió y ellos fueron en su busca para hacerlo a Oniş, pero rana no se hallaba en su casa cuando lo fueron a citar, se hallaba en el campo y ellos le dijeron a su esposa que fuera al campo a avisarle. Cuando la esposa llegó al campo, y le dio la noticia, él le dijo que él no iría directo para su casa, sino que iría a comprar todo el vino de palma que pudiese, a la entrada del pueblo y que ella debía llamar a sus tamboreros para que lo esperasen en compañía de ella en su casa. Cuando llegó a su casa, él halló que su esposa había hecho todo lo que le había indicado y allí estaba esperándola; él se dirigió hacia el tamborero y le dijo: todo está listo yo quiero que tú me acompañes a visitar a todos los reyes antes que yo sea coronado como tal, el comenzó a atar las medicinas, llevándolas sobre su cuerpo y ató una también sobre el cuello de los tamboreros y les dijo: comiencen a tocar el tambor de mañana, porque mañana rana será el Onişinko.
Como él carreteaba su tambor, fueron rápidamente a Enibadan cuando él llegó allí, ellos le dijeron que se esperase, que ellos lo traían para su casa cuando hubiesen  recibido sus títulos otra vez; él le dijo a sus tamboreros que tocaran sus tambores y lo llevó hasta Oyo y así continuaron hasta que al fin llegaron a Yesa, pero cuando regresaban de Yesa, la medicina que estaba usando se terminó justamente cuando le faltaba poco para llegar a su casa, entonces, cayó en la cima de un árbol y por mucho que  trató no pudo descender de allí. Poco después su familia se enteró del accidente y salieron en su búsqueda, cuando llegaron donde se encontraba, tomaron hachas y echaron abajo el árbol de algodón, en la cima del cual se hallaba rana. Cuando el árbol precipitó a rana sobre la tierra, éste se fracturó las piernas y los brazos. Cuando llevaron a rana para su casa comenzaron a curarlo, encendieron un fuego y lo estuvieron atendiendo toda la noche, cuando amaneció, la gente del pueblo estaban  esperando su llegada, para así poder romper las hojas de su título sobre su cabeza; pero cuando ellos vieron que no llegaba, enviaron a un mensajero a su casa. Estos cuando vieron las condiciones en que se hallaba se lo dijeron al pueblo y ellos tomaron a otra persona y lo coronaron como rey; de esta forma rana jamás llegó a poseer su título a causa del exceso de felicidad y desde entonces el pueblo ha estado diciendo: "el exceso de felicidad fracturó las piernas de rana".
Dice Ifá: una felicidad o una bendición viene hacia alguien pero que él deberá hacer un sacrificio, no sea que esta oportunidad se le vaya de las manos.

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