Quienes vencen al enemigo de adentro no tienen nada que temer del enemigo de afuera

Irete Okanran Ese Ifa 2

CÓMO ŞAKUANA INSTALÓ SU REINADO.

Cierta vez que San Lázaro (Şakuana, Sakpana o Saponna) llevaba una vida desorganizada y no obedecía los consejos de Olofin, por lo que llegó a recoger todas las enfermedades contagiosas que hay en la tierra y eran tantas las quejas que llegaban a oído de Olofin, que Éste no pudo intervenir en su favor. Entonces los sacerdotes yorubas se reunieron en un consejillo y acordaron desterrarlo de su pueblo y al mismo tiempo, despreciarlo por su desobediencia, al extremo de que nadie le ofrecía ayuda para que se curase ni siquiera su hijo. El único que se apiadó de él fue Elegba, puesto que los Yorubas acordaron no hablar con él, determinando cerrarle el habla en la religión, no pudiendo utilizar los caracoles (dilogun), desde ese momento, porque se lo habían cocido con el ja (escobilla que usa), para que así, no pudiera actuar en la religión. Şakuana, al verse despreciado y desterrado, se fue de su pueblo; la gente del pueblo al verle pasar, le tiraban agua detrás y le decían: "llévate lo malo". A partir de ese momento no se leyó más en el dilogun que hasta Eyila Şebora, esto lo hacían para no recordarlo a él nunca más ya que él hablaba en metanla. Un día Şakpana se encontró con Eşu que lo llevó a casa de Orunmila en el territorio de Ife; Orunmila le dijo a Eşu, "Alawana, tú siempre me traes estos compromisos, pero lo voy a mirar", saliéndole este Ifá, donde Orunmila, le dijo que lo habían dejado mudo por su desobediencia, pero que él iba a ser muy grande en otra tierra que no era la suya, pero que tenía que hacer ebo (el segundo). Şakpana obedeció a Orunmila, dándole las gracias y cuando ya se iba de casa de Orunmila, Eşu le trajo un perro, que se lo había cogido a Ogún y a Osanyin. Şakuana siguió su camino hasta llegar a la tierra Dahomey (tierra Arara). En esta tierra todos vivían por su respeto, sin creer en nada ni en nadie, nada más que en el rey. Este se creía un dios absoluto, en vida y hacienda, pues mataba y hacía lo que le venía en ganas. El rey al ver llegar a Şakpana fue y se arrodilló delante de él, pidiéndole perdón por lo malo que había hecho, los demás nativos al ver la actitud del rey, se unieron a Éste; Olofin que vio lo que estaba sucediendo, lo consagró por haber oído los consejos de Orunmila y mandó un fuerte aguacero que limpió a Şakuana de todos sus pecados. Donde él estaba parado se abrió la tierra producto de una descarga eléctrica, formándose un hoyo donde enterró todos sus males instalando su reinado en tierra del Dahomey.
Nota: por eso es que aunque Şakpana es de la tierra Yoruba (Lukumi), su grandeza y milagros se produjeron en Dahomey (Arara) por mandato directo de Olofin, siendo respetado y venerado por los arara y lukumies.
Nota: cuando los arara dan una cazuela de Şakpana, la dan tapada o sellada,  pues Şakpana tapó el hoyo con todos los males que lo aquejaban. Al hombre que le salga  este Ifá debe recibir mano de Orunmila (awofaka). Si es hijo de San Lázaro tendrá que hacer Oluo Popo, si no es hijo de este santo, tendrá que hacer Ifá.

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