Quienes vencen al enemigo de adentro no tienen nada que temer del enemigo de afuera

Ose Rosu Ese Ifa 2


EL HIJO NO DESEADO DEL REY.

Aconteció una vez que había un rey viejo que quería tener hijo para agrandar su fortuna, porque todos los reyes de esa época que tenían hijos agrandaban su fortuna, pero este no tuvo suerte porque su mujer tenía desarreglos y no los podía tener. El rey se enamoró de una criada y ésta salió en estado, el rey se puso contento porque pensó que su fortuna se agrandaría, pero no pudo ser, porque no era hijo de una reina, entonces cuando vio que no pudo agrandar su fortuna lo despreció.
Al cabo de los 45 días se enfermó la mamá del muchacho, entonces un criado que sabía todo lo del rey y era amigo de él, recogió al muchacho y lo llevó para el castillo con él, entonces todos los criados del rey le hacían la ropa y le daban comida, pero al cabo de 5 años el rey murió y al poco tiempo murió la mujer del rey. Entonces tomó posesión un rey más malo e impuso la ley que no podía haber ningún muchacho en el castillo, Eşu que estaba en el castillo, decide partir con el muchacho, hacía lo último de la ciudad, donde estaban los pobres y allí comenzó a crecer y trabajar de esclavo, pero ya Eşu estaba muy viejito y el muchacho comprendió todo esto, trabajaba a todas horas.
En el trabajo se encontró con una señora esclava que también se condolió de él y lo mandó a casa de Orunmila, éste lo mandó hacer un ebo con: un eya y que desde ese día él se llamaría Oşe Lezo, pero que no lo comunicara a nadie hasta que él no viera candela más alta que él, pero el muchacho se enorgulleció y tenía días que no saludaba a su padre y éste viendo esto fue a casa de Orunmila a registrar al muchacho, donde Orunmila le dijo; que él había estado allí, pero que no obstante, cogiera omiero de Obatalá y lo regara a la entrada del pueblo y Eşu así lo hizo.
Al cabo de los tres días se formó una guerra en la parte de los ricos del pueblo y fue tanta la guerra que la parte de los ricos iba para la de los pobres porque todas las casas y castillos cogieron candela y no se apagaban con nada, pero la candela caminaba cada vez más y se acercaba a la parte de los pobres del pueblo aquel y la gente se mudaba cada vez más atrás, Oşe Lezo al ver aquella candela recordó lo que le dijo Orunmila y corrió donde estaba la candela que ya estaba en la puerta donde Eşu había echado el omiero se paró y gritó como si hubiera vuelto loco, yo soy Oşe Lezo y cada vez que caminaba hacia la candela ésta iba para atrás y ya cuando se había apagado la candela él se quedó medio dislocado. Olofin lo mandó a buscar y le dijo: desde hoy tú serás la candela brava de este pueblo, del bueno y del malo, del rico y del pobre, tendrás mandato mientras no te vuelvas orgulloso, no niegues a nadie nada, ni te vuelvas loco. To Iban Eşu.

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