Quienes vencen al enemigo de adentro no tienen nada que temer del enemigo de afuera

Ose Owonrin Ese Ifa 2

NO APARENTES LO QUE NO ERES.

Había un individuo llamado Oşe Boro Oniwo, el cual no era Awó ni tampoco inteligente, sólo se basaba en los poderes que le había dado el egun de su babare y Elegbara que era lo único que él tenía. Adquirió algunos conocimientos, de los cuales el vivía y así obtuvo alguna fama. Şangó y Ogún que vivían en la tierra akalala se akalalabe y que habían tenido noticias de la fama de este individuo decidieron mandarlo a buscar con Ogún. Elegbara y el egun del padre de Oşe Boro Oniwo, le habían dicho ya a este que lo venían a buscar y le ordenaron a éste, que cuando llegara el mensajero que lo venía a buscar que le diera tres eyele que tenía y que mientras se las estuviera comiendo que cantara lo siguiente:

Eje Ejebi Jele Eje Majule

Cuando llegó Ogún, el cual tenía bastante hambre, Oşe Boro Oniwo le dio las tres eyele y Ogun se puso muy contento con él, regresando solo, donde estaba Şangó y Osun, al llegar Şangó le preguntó que ¿cómo no había traído a Oşe Boro Oniwo? a lo que contestó Ogún un poco molesto debido a que durante el trayecto después de haberse comido las tres eyeles, la barriga comenzó a hinchársele; Şangó, yo no traje a Oşe Boro Oniwo porque todo lo que me han dicho es mentira, él todo lo hace bien y no engaña a nadie y vive una vida muy tranquila y al decir estas últimas palabas, Ogún vomitó las eyele que se había comido y Şangó señalando para las mismas le dijo: tú me estás engañando y enseguida empezó a dolerle fuertemente el vientre, por lo que Oşún tuvo que darle mamu ewefa, quedándose Ogún profundamente dormido, inmediatamente Şangó le dijo a Osun, tienes que irte ahora a traerme a Oşe Boro Oniwo.
Osun salió para la tierra de éste y al llegar allí se encontró con Elegbara que le dio a comer Oşinşin y eñi adie, Oşún quedó muy complacida porque hacía mucho tiempo que no comía esto. Al egun del barare de Oşe Boro Oniwo que él estaba buscando a Orunmila para llevar a su hijo para que le hicieran Ifá y dijo: porque Elegbara me lo  recomendó así para que mi hijo no se pierda, Osun contestó: mañana vamos tú y yo primero donde está Orunmila, así lo hicieron al día siguiente, y cuando llegaron a casa de Orunmila le dijeron a éste a lo que venían, Orunmila lo examinó y le salió Oşe Niwo y Orunmila dijo: para salvar a tu hijo de las garras de Şangó hay que hacerle Ifá.
El egun del babare de Oşe Boro Oniwo le dijo: bueno dentro de 7 días mientras usted prepara todo yo se lo voy a traer y así sucedió. Osun mientras tanto se quedó con Orunmila y éste le dijo: Osun tenemos que ir donde está Şangó, mientras Oşe Boro Oniwo hace Ifá para decirle a Şangó que tiene que darle de comer a gbogbo egun: leri de eja mesan, eyele meta, oti, oñi, para poder salvar a Oşe Boro Oniwo. Salieron para la tierra de Sangó y Osun llevaba en la mano un eya y después de caminar mucho el eya se le escapó de las manos a Osun y se desprendió a correr, entró en la tierra de Şangó y éste opa el eya y le sacó los eñu, los juntó con los que tenía de ekun y con ello ensartó un collar de Elegba y se lo puso.
Cogió la leri del eya y lo puso a la entrada del camino delante de la puerta, porque sabía que por allí venía Osun y Orunmila. Şangó se puso a rezar:
Orunmila oyó a Şangó y cuando entró y lo vio quiso tirarse delante de él, pero Şangó lo aguantó y se le tiró él delante de Orunmila, con un pedazo de aboreo de ekun que sostenía en la mano. Osun se puso a bailar y Şangó se puso muy contento porque había visto a Orunmila y Osun enseguida le dijo a Şangó lo que tenía que hacer y le dijo: Şangó tú sabes que en el mundo tiene que haber de todo y lo único que quiero que tu vayas al Ifá de Oşe Boro Oniwo y le hagas la ceremonia que tienes que hacerle al egun de su babare y le des el poder a Oşe Boro Oniwo, en su oju, su eñi.
Şangó obedeció a Orunmila salió junto con Osun, para eni bodu, cuando llegó se encontró con Elegbara y le dijo: Elegbara para que Oşe Boro Oniwo tenga suerte y se desenvuelva, tú tienes el secreto de éste que te voy a dar y le dio el leri aja y boreo de ekun. Elegbara lo metió en su secreto y Orunmila y Şangó se pusieron muy contentos, quien enseguida le empezó a dar unyen a egun así sin grandes conocimientos.

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