EL CAMINO DE LA INESTABILIDAD DE LA PERSONA.

En este estado él no podía dar los mensajes de Obatalá y éste se puso bravo y lo encadenó, éste comenzó a cantar:
Baba Emi Orunmale Otorun Wagbemi Odidi Odidi Baba Odara Dara
Al oir este canto, llegó a su lado Elegba, que al verlo fue corriendo a buscar a Orunmila, que cuando llegó a su lado lo vio encadenado, llamó a Obatalá y a los hijos de Oniko, que eran Omolu Agronika y Toseno, ordenando que le quitaran las cadenas que lo tenían atado a la palma y entonces osode, donde le vio Otura Yeku, que le decía que alosin lo protegía con tal de asomarse al mundo.
Le hizo Orunmila las grandes consagraciones y ceremonias, para devolverle la salud y preparó inşe akiye, para que así pudiera Oniko vivir entre sus semejantes sin ser vencido, dándole fuerzas a sus piernas.
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