TODOS LOS PAJAROS COMEN ARROZ Y EL TOTI CARGA LA FAMA.

El guanajo se retiró echando en las aguas dulces y tranquilas de aquel río un polvo. Cuando todos tomaron de aquellas aguas, como de costumbre, comenzaron los sufrimientos y trastornos estomacales, el pueblo acostumbrado a una vida pacífica y tranquila, empezó a abandonar aquel lugar; pero en eso llegó a saciar su sed el toti y la gente que lo vio lo atacaron y le echaron la culpa de las desgracias existentes en aquel lugar donde otrora todo era paz y tranquilidad.
Pero Elegba que había visto al guanajo cuando echaba el afoshe ogu en el río le dijo a la gente que el culpable era el guanajo que había envenenado sus aguas. La gente maldijo al guanajo, entonces Elegba lo cogió, opa y se lo comió, donde la gente fue de nuevo completamente feliz gracias a Elegba.
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