Quienes vencen al enemigo de adentro no tienen nada que temer del enemigo de afuera

Ose Tura Ese Ifa 2

401 IRUNMOLE

Konkoro el adivino del palacio del Oba Ewi – Orunmokuku el adivino de Ijeşaland – el cangrejo hace música, peepeepe, del iye de la auyama – adivinó para los 200 Irunmole de la mano derecha (de Dios) – adivinó también para los 200 de la mano izquierda (de Dios) – ellos construyeron un camino hacia el surco sagrado de Opa – ellos construyeron un camino al surco sagrado de Oro – ellos no querían contar con Oşún – ellos invocaron al espíritu de Eegun, Eegun no contestó – ellos invocaron al espíritu de Oro, Oro no respondió – ellos construyeron un buen camino hacia Ile Ife, pero nadie lo recorrió – ellos prepararon iyan, el iyan estaba lleno de nudos – (nada de lo que hacían salía bien) – ellos prepararon amala, el amala estaba muy suave para comer (todos su esfuerzos eran frustrados) – adivinó para Oşún, dueña del peine de madera – quién usará su poder hechicero para frustrar los esfuerzos de los Irunmole – ellos (los Irunmole) llevaron su caso a Dios – ellos se quejaron de sus problemas a Dios – ellos le dijeron que no podían hacer tarea alguna de los que Él les mandó en la Tierra – Dios les preguntó “Qué hay acerca de la única mujer entre ustedes? – él les dijo si ellos le ofrecieron algún respeto – ellos (los Irunmole) dijeron que no contaron con Oşún en sus decisiones – ellos volvieron a la Tierra – y le dieron a Oşún su merecida reverencia – ellos invocaron al espíritu de Eegun y éste les contestó – ellos invocaron al espíritu de Oro y éste les respondió – las personas caminaron el sendero que construyeron hacia Ile Ife – el iyan que prepararon quedó bueno – (sus esfuerzos fueron recompensados con éxitos) – el amala que prepararon se volvió bueno – (las cosas comenzaron a ponerse en orden) – nosotros damos nuestra reverencia a Oşún – la madre oculta siempre estaba presente en cada reunión – nosotros damos nuestra reverencia a Oşún.

ITAN: 
          Ifá nos dice que en tiempos pasados cuando era posible trasladarse entre el cielo y la tierra, Olodumare envió 400 Irunmole hombres y 1 Irunmole mujer, Oşún, a la tierra para prepararla y hacerla habitable para los seres humanos. El viaje de esos 401 Irunmole hacia la Tierra fue exitoso. Cuando ellos llegaron a ikole aye (tierra), los Irunmole hombres llevaron a cabo las tareas encomendadas por Olodumare, pero excluyeron a Oşún. Ellos nunca le preguntaron por su opinión en las reuniones ni aceptaban su participación en lo que ellos hacían. Por un tiempo, las cosas que hacían estaban bien para estos Irunmole. Cada cosa que hacían era exitosa. Esto hizo que Oşún cambiara la situación. Convencida de que tenía una buena razón para probar su situación, Oşún se quejó con Olodumare. Cuando ella se fue a ikole orun (cielo), ella le dijo a Olodumare que sus colegas hombres la dejaron a un lado de las decisiones y discusiones, que ella se sentía excluida del grupo que fue mandado a construir la habitabilidad de ikole aye (tierra). Cuando Oşún finalizó su cuento, Olodumare le dio un aşe especial, que ella podía utilizar para lograr lo que ella deseara.
          Armada con esta nueva adquisición, un poder adicional, Oşún regresó a ikole aye. Ella se sintió segura de sí misma. Ella incluso estaba determinada a demandar el debido respeto de parte de los Irunmole hombres. Como es usual, los Irunmole hombres continuaron haciendo la tarea de Dios excluyendo a Oşún. Sin saberlo, ellos se encontraron con una gran sorpresa. Repentinamente, todas las cosas alrededor de ellos se volvieron caóticas. Nada de lo que hacían resultaba. Nada funcionaba bien porque Oşún estaba trabajando con su insuperable poder secreto. Oşún se ocupó de hacer fracasar los esfuerzos de los Irunmole hombres en dar habitabilidad a la Tierra. Los cultivos que plantaron los Irunmole no produjeron nada, los caminos que habían construido exitosamente antes de repente se echaron a perder y sus esfuerzos por reconstruirlos fueron en vano. Actualmente cada cosa estaba desarreglado por los Irunmole hombres. Pronto se dieron cuenta que las dificultades que experimentaban requerían una solución urgente. Por lo tanto, ellos decidieron regresar a Olodumare y comentarle de las experiencias.
          Ellos se dirigieron a Ikule orun (cielo) sin decirle nada a Oşún, no la invitaron ni tampoco le comentaron de sus problemas. Cuando llegaron a Ikole Orun, ellos le dijeron a Olodumare la historia de cómo las cosas empezaron repentinamente a ir mal para ellos. Además le comentaron de cómo el esfuerzo para controlar la situación falló. Ellos, por lo tanto, le dijeron a Olodumare que la tarea encomendada era imposible para ellos. Al final de las quejas, de acuerdo a Ifá, Olodumare le preguntó a los 400 Irunmole hombres, “¿qué era de la vida la Irunmole mujer que estaba con ustedes? ¿La incluyeron en sus discusiones y planes? ¿Preguntaron por su opinión? ¿Tomaron en cuenta sus sugerencias? ¿La respetaron por igual?”. Los Irunmole hombres contestaron que no habían hecho nada de eso. Olodumare les dijo que regresaran a Ikole Aye y le pidieran perdón a Oşún por haberla despreciado. Olodumare les dijo que luego de eso regresaran a hacer sus tareas.
          Cuando los Irunmoles regresaron a ikole aye, ellos fueron a donde Oşún y se disculparon por sus acciones pasadas y le pidieron perdón por ello. Como fue ordenado por Olodumare, ellos regresaron a realizar sus tareas y continuaron por donde habían dejado todo.
          Milagrosamente, las cosas empezaron a trabajar maravillosamente bien. Ellos invocaron al espíritu de Eegun y éste les respondió. Ellos invocaron al espíritu de Oro y éste también respondió. Ellos rezaron y sus oraciones fueron escuchadas y cumplidas.
          Sorprendidos y alegres porque empezaron a corregir sus errores involuntarios, ellos cantaron al unísono:
Nosotros damos nuestra reverencia a Oşún – la madre oculta siempre estaba presente en cada reunión – nosotros damos nuestra reverencia a Oşún.

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