Quienes vencen al enemigo de adentro no tienen nada que temer del enemigo de afuera

Irete Wonrin Ese Ifa 2


POR QUÉ UNA NARANJAS SON AGRIAS Y OTRAS DULCES.

Oşún vivía en una tierra donde todo era prosperidad y alegría, pues ella con sus aguas bañaba aquella tierra y todas eran fértiles y productivas. Para su alimentación tenía sembrado árboles de naranjas, ese era su alimento preferido y estaba prohibido bajo pena de castigo tocar aquellas frutas. Un día, amanecieron los árboles de Oşún maltratados, gajos cortados, tirados en el suelo y el resto de las frutas en la tierra. Oşún se molestó e entristeció hondamente y mandó a averiguar y supo que era gente del pueblo que querían conocer el sabor de las naranjas por la fama de la dulzura que tenían las de Oşún. Oşún consiguió castigar a aquellos que habían violado su jardín y desapareció de aquella tierra yendo a vivir a una cueva a la orilla del río cuya entrada estaba cubierta de dormidera. La fertilidad de todo el terreno de aquellos lugares se perdió, las tierras se volvieron improductivas y en otras las aguas lo arrasaban todo. Los agricultores consultaron a Orunmila y éste les dijo que había que hacer ebo para contentar a Oşún con canastas de frutas, comidas de santos, bebidas de santos y vegetales, hortalizas, viandas, granos, gallinas, palomas, guineos, jio jio y codornices. Oşún enterada de que habían ido a casa de Orunmila para hacer ebo, no encontró la forma de hacer algo que impidiera que éste se consumara en casa de Ifá, decidió ver a Elegba para que así no hubiera quien recibiera ni hallara el ebo. Orunmila le hace el osode y advierte que nadie se acerque al río si no llevaba las ofrendas a Oşún, pues ésta  aún estaba brava y corría peligro todo aquel que se acercara. Elegba había oído la advertencia de Orunmila, pero quiso ser curioso y ver cuánta era la bravura de Oşún; se acercó al río y vio todo en calma y apacible. Se acercó aún más, llegando hasta la orilla; Oşún salió de la cueva y le ofreció bollitos de carita, él se aproximó a cogerlos y cayó en la dormidera que había a la entrada de la cueva y quedó preso y encantado a la orilla del río. La gente del pueblo fueron a casa de Orunmila para hacer el ebo; éste les dijo que no podía hacerlo, pues no estaba Elegba para llevarlo, que había que buscar a Elegba. Orunmila hizo osode y vio Irete Wan Wan y decidió que había que ir al río, puesto que todo lo que sucedía era obra de Oşún. Llevó bollitos de carita para Oşún con miel y bollitos con eku, eja, agbado para Elegba y jio jio. Llegó a la orilla del río y le cantó a Oşún, le dio miel y bollitos. Mientras ésta comía lo que Orunmila le ofrecía, éste le dio eyebale a Elegba de los jio jio; le dio eku, eja y agbado, tiró los cuerpos al río y cogió la dormidera que apresaba a Elegba. Donde estaba este echó los cuerpos de los pollitos y se llevó a Elegba a su casa y le hizo ceremonia con la dormidera y la cabeza de los tres pollitos, reforzó el secreto e hizo el ebo y todos fueron a la orilla del río con los animales, las frutas y las comidas que le ofrendaron a Oşún. Oşún salió del río y aceptó las súplicas y ofrendas y perdonó a su pueblo, pero dijo como recordatorio de la ingratitud que habían tenido con ella: ya todas las naranjas no serán dulces, las habrá agrias que representarán esta pena y dolor, que Uds. me han causado

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