En este camino, los Orishas pasaban mucho trabajo y
Ogún, que era el principal mucho más. Al final de año en ese pueblo debían
darle comida a un Orisha. Ogún, que era quien hacía los sacrificios, comenzó la
tarea, pero a medida que pasaba el tiempo, pasaba más trabajo, sudaba y sudaba
y al ver que iba a llegar al otro día y no terminaría los sacrificios,
decidieron ir a ver a Orunmila, quien le vio este Ifá, le mandó ebo con el
cuchillo que estaba utilizando en la matanza y que después llevara el ebo a la
orilla del mar, donde hubiera arena.
Al poco tiempo se desató el mal tiempo, tronó y
cayó un rayo donde estaba el ebo. Ogún se asombró al ver el cuchillo que estaba
dentro y al lado de una Oduara y una piedra de esmeril.
Ogún cogió el cuchillo, y sorprendido vio que el
cuchillo tiene filo por ambos lados y al mirar hacia lo alto vio una lengua
atravesada por un cuchillo que dejaba caer gotas de sangre. Así fue cómo surgió
el nacimiento del filo del cuchillo.
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