TANTO TIENES, TANTO VALES.
Olofin tenía a Ogún como un hombre de su confianza, pero debido a las travesuras, que hacía Ogún le daban las quejas a Olofin de lo que hacía y de lo que no hacía. Olofin un día cansado de tantas quejas, mandó a buscar a Orunmila para que se llevara a Ogún y lo matara en su casa. Orunmila se llevo a Ogún y cuando llegó a su casa lo registró y le salió este Ifá y pensó. Este hombre es muy importante para que muera y determinó dejarlo vivo y para que Olofin no lo supiera cogió un chivo, cascarilla, manteca de cacao y grinalda, cerró la puerta y mató al chivo. En eso llegó Olofin y como la puerta estaba cerrada la sangre del chivo corrió por debajo de ella. Olofin, que no le gustaba la sangre, se fue pensando que Orunmila había matado a Ogún como él le ordenara. Acto seguido Orunmila limpió su casa con efun y ori y la grinalda y metió a Ogún en el sótano que había en su casa y le explicó la situación que él tenía con respecto a él.
Al cabo del tiempo Olofin fue a casa de Orunmila y le dijo que tenía una situación muy difícil y que le hacía falta el hombre que él le había dado, porque era el único que le podía resolver.
Orunmila no le contestó nada a Olofin y éste se marcho. Al poco tiempo vuelve con otro problema parecido y diciendo que Ogún era el único que podía resolverle, paso el tiempo y Olofin vuelve a casa de Orunmila por tercera vez, diciéndole que Ogún era el hombre que sabía todos los secretos, entonces, Orunmila le contestó que él podía buscarle uno que fuera como él.
Contestándole Olofin que lo dudaba. Entonces Orunmila que estaba en combinación con Ogún dio tres golpes en el piso, saliendo Ogún de su escondite mientras Olofin hablaba con Orunmila. Olofin se sorprendió dándole un fuerte abrazo y le dijo a Orunmila que cómo era posible que había resucitado a un muerto. Este secreto quedó entre Ogún y Orunmila y acto seguido Olofin hizo rey a Orunmila.
Nota: cuanto tienes, cuanto vales y el que da lo que tiene a pedir se queda.
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