Obara Wonrin Ese Ifa 2

EL EGUN DIJO LA VERDAD.

En la tierra Otolopo, vivía Obara Ni Wani, éste tenía una gran suerte para trabajar y mirar todo le salía bien, pero tenía un hermano Obara Nikone que le hacía mucho daño diciéndole a la gente que nada de los que él hacía salía bien. No obstante Obara Ni Wani  siempre ayudaba a su hermano Obara Nikeñe que vivía en la tierra Kabeyekun donde también vivía Eşu que siempre observaba las malas acciones que hacía éste y por eso lo mantenía en mala situación.

Obara Ni Wani todos los días se levantaba temprano y le cantaba a Elegba y a Obatalá los cuales lo bendecían por eso. Obara Nikeñe todos los días iba  visitar a su hermano Obara Ni Wani que cuando se marchaba éste le daba Oba Eni a Şangó, se limpiaba y lo botaba. Un día estando Obara Nikeñe en casa de su hermano llegó el rey de esa tierra, que tenía a su hijo gravemente enfermo, donde Obara Ni Wani le marcó ebo, pero su hermano Obara Nikeñe sin que su hermano lo oyera, le dijo al rey que si hacía ese ebo su hijo iba a morir y acto seguido lo invitó a que fuera por su casa para hacerle otro ebo con cujes, etc.

El rey de Otolopo creyó lo dicho por Obara Nikeñe y fue a casa de éste con todas las cosas del ebo y se lo hizo a su hijo, no obstante al día siguiente de haberse hecho el ebo se murió el hijo del rey, en aquellas tierras tenían la costumbre de enterrar a los muertos en la plaza y el rey al día siguiente del entierro fue a casa de Obara Nikeñe y le preguntó por qué se había muerto su hijo si le habían asegurado lo contrario, Obara Nikeñe le respondió que eso sucedió porque su hermano Obara Ni Wani le había maldecido. Elegba que estaba escuchando cogió tres cujes que quedaron del ebo y lo llevó a casa de Obara Ni Wani y le preguntó que por qué había maldecido al hijo del rey. Obara Ni Wani negó haber hecho tal cosa, y le dijo que reuniera a la gente del pueblo en la plaza que iba a interrogar al hijo del rey para que dijera la verdad.

El rey de Otolopo reunió a todo el mundo en la plaza, entre ellos a Obara Nikeñe que había sido llevado allá por Eşu. Entonces ante la presencia de todos, Obara Ni Wani llamo el Egun del muchacho quien habló y dijo, Otolopo usted es el único responsable de mi muerte por haber hecho caso a Obara Nikeñe pues a quien tenía que haberle hecho caso era a Obara Ni Wani.