LA CABEZA COMO UNA DIVINIDAD
El Awó que hizo adivinación para la cabeza, Ori-Omo Atete Ni Iron (en lo adelante llamado Ori) se llamaba Amure Awó Eba Ono, quien vivió en el cielo. Orunmila invitó a Amure a que hiciera adivinación para él, acerca de cómo llegar a tener una fisonomía completa, porque ninguna de ellas (las divinidades) tenía una cabeza en ese entonces. El Awó le dijo a Orunmila que frotara ambas palmas en alto y rogara tener una cabeza (duzosori en yoruba o uhunswun en bini). Se le dijo que hiciera sacrificio con cuatro nueces de kola, una cazuela de barro, una esponja de jabón. Se le dijo que guardara las nueces en un lugar sagrado sin partirlas porque un visitante inconsecuente vendría más tarde a hacerlo. Ori (cabeza) también invitó a Amure para hacer la adivinación y se le dijo que sirviera a su Ángel Guardián con cuatro nueces de kola las cuales él no podía costear, aunque se le señaló que sólo comenzaría a prosperar después de realizado el sacrificio. Luego de realizar su propio sacrificio, Orunmila dejó las cuatro nueces de kola en su lugar sagrado de Ifá como se le había dicho que hiciera. Poco después Eşu anunció en el Cielo que Orunmila tenía cuatro bellas nueces de kola en su santuario y que estaba buscando una divinidad para que las partiera. Encabezadas por Ogún, todas las divinidades visitaron a Orunmila una tras otra, pero él le dijo a cada una de ellas que no eran lo suficiente fuertes para partir las nueces de kola. Ellas se sintieron desairadas y se alejaron de él molestas. Hasta el mismo Orişa Nlá (Dios el hijo) visitó a Orunmila, pero éste lo obsequió distintas y mejores nueces de kola, señalando que las nueces en cuestión no estaban destinadas a ser partidas por Él. Como se sabe que Dios nunca pierde la paciencia o calma, Éste aceptó las nueces de kola frescas que Orunmila le ofrecía y se marchó. Finalmente, Ori decidió visitar a Orunmila, ya que él era la única divinidad que no había tratado de partir las misteriosas nueces de kola esencialmente cuando ni siquiera podía permitirse comprar aquellas con que se le había requerido servir a su Ángel Guardián. Entonces se dirigió rodando hasta la casa de Orunmila. Tan pronto como Orunmila vió a Ori acercarse rodando a su casa, salió a su encuentro y lo metió cargado. Inmediatamente Orunmila cogió la cazuela de barro, la llenó de agua y usó la esponja y el jabón para lavar a Ori, luego de secarlo, Orunmila llevó a Ori hasta su santuario y pidió que partiera las nueces de kola porque desde hacía mucho éstas le habían sido reservadas. Luego de agradecer a Orunmila su honroso gesto, Ori rezó por Orunmila con las nueces de kola para que todo lo que éste hiciera tuviera cumplimiento y manifestación. A continuación Ori utilizó las nueces de kola para orar por él mismo para tener un lugar de residencia permanente y muchos seguidores. Entonces Ori rodó hacia atrás y arremetió contra las nueces de kola y éstas se partieron con una ruidosa explosión que se escuchó a todo lo ancho y largo del cielo. Al escuchar el ruido de la explosión, todas las otras divinidades comprendieron de inmediato que finalmente habían sido partidas las nueces de kola del santuario de Orunmila y todas sintieron curiosidad por saber quién había logrado partir las nueces que habían desafiado a todos, incluso a Dios. Cuando posteriormente Eşu anunció que había sido Ori quien había logrado partirlas, todas las divinidades concordaron en que la cabeza era la divinidad indicada para hacerlo. Casi inmediatamente después, las manos, los pies, el cuerpo, el estómago, el pecho, el cuello, etc, quienes hasta entonces habían tenido identidad específica, se reunieron todos y decidieron irse a vivir con la cabeza, no habiendo comprendido antes que ésta fuera tan importante. Juntos, todos levantaron a la cabeza sobre ellos y allí, en el santuario de Orunmila, la cabeza fue coronada como rey de cuerpo. Es a causa del papel desempeñado por Orunmila en su fortuna que la cabeza toca el suelo para demostrar respeto y reverencia a Orunmila hasta el día de hoy. Esta también es la razón de que a pesar de ser la más joven de todas las divinidades, Orunmila sea la más importante de todas ellas. Para que el hijo de Ejiogbe viva mucho tiempo en la tierra, él debe buscar Awos que inteligentemente le preparen un jabón de baño especial en el cráneo de cualquier animal. Ejiogbe es la divinidad patrona de la cabeza, porque fue él en el cielo quien realizó el sacrificio que convirtió a la cabeza en el rey del cuerpo. Ejiogbe ha resultado ser el más importante Olodu o apóstol de Orunmila en la tierra a pesar que originalmente era uno de los más jóvenes. Él pertenece a la segunda generación de los profetas que se ofrecieron para venir a este mundo para mediante el ejemplo, hacerlo un mejor lugar para los que lo habiten. Él fue un apóstol de Orunmila muy caritativo tanto cuando estaba en el cielo como cuando vino a este mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario